Magnetos o Imanes
Los imanes presentan una propiedad característica llamada magnetismo, que es la fuerza de atracción que ejercen sobre otros cuerpos con propiedades semejantes a las del hierro. Sin embargo, esta propiedad no es uniforme en todo el cuerpo de un imán, ya que se presenta de forma más marcada en los extremos, los cuales son nombrados polos magnéticos.
Para dar nombre a los polos de un imán se considera su orientación geográfica Norte-Sur: el polo norte de un imán se orienta con el polo Norte geográfico y el polo sur del mismo se orienta con el polo Sur geográfico.
Biomagnetismo
El Biomagnetismo es el estudio del efecto de campos magnéticos en sistemas biológicos.
La energía biomagnética es nuestra fuerza de vida, tanto como lo es el aire, el agua y la luz del sol.
Algunos de los efectos que producen los campos magnéticos en los organismos vivos son los siguientes:
- Incremento de flujo sanguíneo y mejora de la capacidad de transportar oxígeno, facilitando la recuperación de la salud.
- Cambios en la migración de los iones de calcio, que proporcionan calcio a los huesos deteriorados más rápidamente.
- Se modifica el pH de los líquidos.
- Se incrementa la producción de hormonas de las glándulas endocrinas.
La terapia de la polaridad, imanoterapia
A cada uno de los polos le corresponde una forma de energía eléctrica distinta. El polo norte significa detención, frena, y el polo sur avance, acelera, da vida y energía.
El polo Sur (+) – El polo sur de un imán transmite energía y vigor a los organismos vivos, refuerza los componentes ácidos, estimulando la producción de proteínas, y acelera el proceso de maduración. La energía del polo sur es positiva y transmite efectos positivos a los organismos vivos, semillas, animales y seres humanos. En el polo sur de un imán hay un remolino de electrones que gira en el sentido de las agujas del reloj, con una carga positiva.
El polo Norte(-) – El polo norte de un imán produce una reducción del contenido ácido, además detiene las infecciones, ayuda a cerrar heridas y aliviar distintas dolencias que desaparecen sin dejar efectos secundarios.
Se ha descubierto que la polaridad correcta del cuerpo es la siguiente: el lado izquierdo es negativo, el derecho es positivo y el centro es neutro, tanto delante como detrás, hasta que llegamos al entrecejo, desde aquí hacia arriba parece que es positivo.
Unos experimentos han demostrado que es posible alargar la vida de ratones, ratas, conejos y otros animales, cuando estos viven cerca de campos magnéticos constantes.
En la antigua Grecia, Aristóteles fue la primera persona (en la historia escrita) que habló de las propiedades terapéuticas de un imán natural. Muchas de las civilizaciones antiguas incluyendo hebrea, árabe, india, egipcia y china, utilizaban imanes para la curación de enfermedades.
En nuestro sistema terapéutico usamos imanes para detectar enfermedades y disfunciones de órganos y sistemas energéticos y en ocasiones para sanación.
Los imanes trabajan con le mismo principio que la acupuntura, equilibrando el flujo de energía, pero sin la utilización de agujas.
Los imanes que se ocupan en el tratamiento de dipolos magnéticos son muy poderosos (de más de 10000 Gaus).
Disponemos de los imanes normales de ferrita que son de tamaño grande y también tenemos imanes de neodimio pequeños pero muy poderosos que pueden incluso pegarse a la piel con cinta micropore para lograr efectos prolongados.
También disponemos de imanes de oro-neodimio de forma esférica que utilizamos para elevar las diferentes energías conocidas por la acupuntura china y para problemas psicológicos.